La miel es el producto del trabajo de las abejas, las cuales pueden producir esta sustancia gracias al polen que toman de las flores. Su trabajo es muy importante para la vida en el planeta, haciendo indispensable saber cómo cuidarlas y ayudarlas a seguir con sus labores.
Las abejas son insectos trabajadores que se encargan de la polinización de hasta un 75% de los alimentos que se consumen a nivel mundial, por lo que se han ganado el título del animal más importante del mundo.
Por ello, es importante que las personas sepan cómo cuidarlas, evitar dañarlas y aprovechar todas las ventajas que pueden ofrecer estos encantadores animales que trabajan sin descanso en beneficio de la humanidad.
Consumir miel 100% natural y con conciencia
Una de las principales maneras en las que una persona común puede ayudar a cuidar a las abejas es consumiendo miel abeja 100% natural que sea extraída con conciencia y que pueda generar un impacto positivo en el mundo.
Esto quiere decir que la miel es extraída por profesionales apicultores, amantes de las abejas. Estas personas se preocupan por brindarles a las abejas lo que necesitan para vivir y trabajar cómodamente, así como las condiciones para que se reproduzcan y produzcan miel pura y sin contaminantes.
Lo mejor de este producto es que va del panal al frasco, evitando agregarle conservantes o cualquier otro ingrediente que pueda dañar su pureza. Puede ser consumida tranquilamente por grandes y chicos, sabiendo que es un producto que respeta a la naturaleza y que la ayuda a seguir funcionando como hasta ahora.
No temer a las abejas
Muchas personas temen que las abejas le lleguen a picar, pero en realidad son muy pacíficas. La única manera en la que una abeja pique a una persona es si se siente en peligro grave y reacciona para protegerse.
Con esto en mente, lo recomendable es que la persona se aleje de la abeja sin hacer movimientos bruscos o atacar, dado que no es probable que la pequeña abeja sienta interés de picar sin más.
Cabe señalar que cuando las abejas pican pierden el aguijón con una parte de su sistema digestivo, lo que para ellas representa la muerte sin remedio. Alejarse es la mejor decisión para evitar estos problemas.
Cuidar su hogar
Suele suceder que personas encuentran panales de abejas en casas, parques o zonas que no son adecuadas para ellas. En este sentido, lo mejor es llamar a algún profesional que pueda ayudar a mover el panal a un lugar mucho más seguro para todos, evitando hacerles daño.
Existen organizaciones alrededor del mundo que se encargan de esto, llevando a las abejas a lugares mejores para ellas y reduciendo el riesgo de que los humanos puedan dañarlas y disminuir más el número de estos animales en la naturaleza.
Darles energía
Las abejas son animales muy trabajadores, lo que no quiere decir que no se cansan. Por ello, es necesario estar atento a cualquier abeja que se encuentre caminando cansada.
Una forma de ayudarla es colocando cerca un poco de agua con azúcar. Esto le dará energía para volver a volar y hacer lo que deba hacer sin problemas. Un gesto que agradecerá el planeta completo.
No hay que matarlas
Si bien la información sobre la importancia de las abejas se ha hecho muy popular últimamente, la realidad es que muchas personas no prestan atención y le ocasionan un grave daño al mundo.
Matar a una abeja es la peor acción que se puede llevar a cabo, puesto que, en primer lugar, no es necesario y en segundo reduce el número, ya pequeño, de estos insectos.
Las abejas merecen el total apoyo de todos los humanos, dado que permiten que se tenga diversidad de plantas, frutos y flores para el consumo de todos. Esto hace que sea determinante el poder cuidarlas adecuadamente y evitar ocasionarles daños para preservar la naturaleza diversa que se conoce.
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