Conforme van pasando los años en una relación de pareja, es muy habitual que la llama de la pasión del primer día se apague lentamente. Esto resulta verdaderamente peligroso en lo que respecta al amor, ya que la sexualidad es un valor fundamental del que no se puede prescindir en ningún caso. Pero no hay por qué alarmarse si la monotonía llega a mostrar su peor versión. Hoy traemos tres opciones de lo más picantes para que innoves en la cama con tu pareja y así, juntos, logréis arrojar ese extra de placer que encienda de nuevo la chispa perdida.
La intensidad del BDSM
Cuando la rutina empieza a hacer mella, las relaciones sexuales no tardan en perder la intensidad de los inicios de la relación. Sin embargo, nadie dijo que no se pueda volver a introducir esta pasión en la ecuación y, en este sentido, los kits BDSM son una de las alternativas más interesantes. Unos artículos que se basan en los juegos de rol para incentivar ese deseo mutuo.
Las esposas, los látigos, las máscaras, los antifaces, los plumeros, los plugs anales o las tobilleras son algunos de los elementos más destacados en la práctica de BDSM. El objetivo es que una de las partes quede sometida a la voluntad de la otra (pudiendo intercambiar los papeles siempre que se quiera), generando una atmósfera de lo más apasionante.
Muchas parejas suelen prescindir de este juego por miedo a lo que pudiera pensar la otra persona, algo que sucede en la mente de los dos implicados. No obstante, con una buena comunicación, las relaciones descubren deseos compartidos para, esta vez sí, explorar nuevas opciones. De hecho, el BDSM se encuentra entre los juegos más comunes en la actualidad.
Un extra de diversión con los dados sexuales
Quién dijo que no se puede arrojar diversión en los encuentros de cama. La monotonía y el aburrimiento son dos caras de una misma moneda; por lo que juguetes como los dados sexuales se presentan como una solución a tener muy en cuenta. A simple vista, son dados normales, pero la magia ocurre cuando se comprueba que no hay un solo número impreso en ellos.
Cada cara del dado tiene una postura diferente del Kamasutra y este pack suele venir con un reloj de arena incorporado. Bien, la metodología es muy sencilla. Se tiran los dados y se prueba con la postura que haya salido para, una vez el reloj llegue a su final, repetir para cambiar de posición. Un derroche de creatividad para dejar de lado “el misionero” de siempre.
Ahora bien, podéis jugar como más os guste; la meta es siempre la de disfrutar el uno del otro. Porque el sexo es muy variado y probarlo todo resulta muy placentero. Algo que, en el proceso, os ayudará a descubrir qué es lo que más os gusta para, en el resto de las relaciones sexuales que tengáis, ponerlo en práctica.
Introduce juguetes para incrementar el placer
Hay una falsa creencia colectiva de que los juguetes sexuales están destinados exclusivamente a la masturbación. Si bien es cierto que artículos como los masajeadores de clítoris, el satisfyer, las bolas chinas o los dildos pueden otorgar placer al usuario sin la necesidad de otra persona, la realidad es que también incrementan el disfrute en el ámbito de la pareja.
Introducir artículos como los anteriores en los encuentros sexuales hace que el sexo goce de una mayor intensidad, al igual que sucede con el BDSM. Una manera de romper con las prácticas habituales para dar y recibir placer tanto con la otra persona como con dichos juguetes eróticos.
Las sex shop han incorporado a su catálogo productos de lo más variados, por lo que siempre tendréis algo nuevo para probar. Una inversión de la que ninguno de los dos implicados se arrepentirá, arrojando así auténtica gasolina a las llamas de la pasión que tanto parecían estar apagándose.
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