Interior de coche

La innovación de la fabricación de piezas estéticas llega a la automoción

El ámbito industrial es un elemento central en nuestra estructura comercial, responsable de la fabricación de todos aquellos productos que empleamos con absoluta normalidad en el día a día. Si nos paramos a analizar cómo ha cambiado todo en las últimas décadas, pronto nos damos cuenta de los grandes avances que se han dado en este sector. Una realidad que se puede apreciar nítidamente en el mercado automotor, donde la fabricación de piezas estéticas ha superado cualquier tipo de expectativa. Ahí están los coches modernos para demostrarlo. ¿No sabes de qué te estamos hablando? ¡Veámoslo!

La plastrónica y cómo se optimiza la estética de los coches

Las empresas especializadas en la fabricación de piezas estéticas para el sector de la automoción han implementado en sus procesos productivos una tecnología vanguardista que merece la pena comentar. Esto parte de la innovación en el diseño, aplicando propuestas vanguardistas que gozan de una belleza incontestable, así como una funcionalidad única. Algo en lo que la Plastrónica, también conocida como In Mold Electronics, tiene mucho que decir. No obstante, antes de ello queremos hablarte de cómo es eso posible, así como de otros métodos de interés.

Lo primero que debes saber es que las compañías que han triunfado en esta industria lo han hecho poniendo siempre el foco en los últimos avances del sector. Conscientes del rápido ritmo al que escala la tecnología, se anticipan a las necesidades de sus clientes para ofrecer soluciones tan eficientes como modernas. Algo que no sería posible sin un equipo humano de ingenieros de rigor, quienes se dejan la piel para mantenerse siempre lo alto del sector automotor.

Esto nos lleva a hablar de las tres técnicas de producción de piezas de plástico. Empecemos por el In-Mold Forming o IMF, cuyo proceso permite crear piezas tridimensionales con acabados decorativos de primera calidad. También destaca el In-Mold Decoration o IMD, que se basa en la decoración de piezas de plástico cuando se encuentran en la fase de inyección. Un trabajo que se lleva a cabo mediante la transferencia de tinta, haciendo que la estética de cada componente del coche sea tal y como se pensó en un principio. Terminamos con la previamente comentada In Mold Electronics o IME o plastrónica (llámala como quieras). Una técnica que integra funcionalidades electrónicas en las piezas fabricadas, siendo los elementos más modernos en los coches actuales.

Lo táctil pasa a dominar el mercado

Siguiendo la línea de lo anterior, queremos hablarte de la tecnología háptica. Es evidente que la electrónica ha calado en nuestra estructura social, una realidad que podemos ver reflejada en todos los dispositivos que utilizamos de forma completamente rutinaria. Muchos de ellos son táctiles y esto es precisamente de lo que hablamos cuando comentamos la tecnología háptica. Como ves, se trata de un elemento muy asociado a la producción IME y ya ha empezado a reemplazar al apartado mecánico en el ámbito automotor.

Cualquier coche que se fabrica hoy en día tiene una pantalla táctil para controlar la radio, la navegación, las llamadas o cualquier otro tipo de elemento asociado a las prestaciones electrónicas del vehículo. No obstante, estas piezas ya no solo optimizan la eficiencia de la conducción, sino también su seguridad. La tecnología háptica advierte a quien está al volante de posibles golpes mediante un sistema de vibración, el cual se puede instalar en el propio asiento; evitando ya no solo chocar con otros vehículos cuando se está aparcando, sino también logrando prevenir todo tipo de accidentes en la carretera.

Otra de las revoluciones en esta materia es el cinturón háptico, el cual alerta al conductor de aspectos como el cambio de carril involuntario. Para que esto sea así, los fabricantes de piezas para la automoción han tenido que adaptarse a las nuevas técnicas productivas y, gracias a la plastrónica, esto es completamente viable. Una demostración de cómo la electrónica sigue revolucionando el mundo que conocemos, lo cual no tiene previsiones de cambiar a corto plazo.