Los diamantes se distinguen de otras piedras preciosas por lo valiosos que son, convirtiéndose en las piezas más costosas que el mundo de la joyería puede ofrecer. Pues bien, si alguien te ha regalado o has heredado un diamante o una joya con alguno engarzado y dudas si quedártelo o no, este artículo puede resultarte muy interesante puesto que te vamos a informar sobre las características que determinan su valor, aunque sea de segunda mano. En ocasiones, las joyas nos aportan recuerdos bonitos y sentimentales, pero en otros casos se produce todo lo contrario, por este motivo, es mejor plantearse su venta y sacar un beneficio económico que sirva para otros intereses.
A pesar de que muchas personas piensan que para hacer este tipo de operación basta con acudir a una joyería, no es tan sencillo puesto que el valor de este tipo de piedra es muy elevado. En la actualidad, hay empresas muy profesionales que se dedican a evaluar el estado de la joya mediante diferentes medios y saber el valor real que tiene el diamante.
A continuación, te vamos a indicar algunos aspectos que más influyen en la determinación del valor de un diamante, presta atención.
Peso en quilates
El peso de un diamante es un factor muy importante a la hora de evaluarlo. No es lo mismo el peso que las dimensiones, por lo tanto, esta diferencia se debe tener la cuenta. Un diamante puede tener una forma más irregular y aparentar ser más grande pero lo que se valora es el peso, el quilate es la unidad de medida que se utiliza para medir el peso del diamante. Por lo tanto, cuantos más quilates tiene más valioso y más costoso será.
El color de la piedra
Debes saber que el color también es un factor muy importante a tener en cuenta a la hora de venderlo. Hay una escala de valores, desde la letra D hasta la Z, donde la D es incoloro y la Z presenta más calidez en su tonalidad, presentando un color amarillento. Pues bien, un diamante incoloro o con un color más suave es considerado más valioso que cuando es más colorido, por la única razón de que los amarillos se utilizan menos. En ocasiones se encuentran diamantes de colores más llamativos como el rojo, rosa o verde, pero en realidad son tan raros que solo se llega a conseguir en pequeñas cantidades, como mucho un quilate. Por supuesto, el valor de este tipo de diamantes es más elevado aún.
La claridad
La claridad es una característica que hace referencia a las imperfecciones o a los desperfectos que presenta la piedra de forma natural. En la mayoría de los casos no se ven a simple vista, pero los profesionales de la gemología, son expertos en su evaluación y pueden observar perfectamente su estado y, basándose en una escala de claridad, poder evaluarlo como merece. Cuantas menos imperfecciones presentan su precio podrá ser más elevado.
El corte o la talla
Se trata del factor más importante a tener en cuenta a la hora de evaluar una piedra de estas características. El corte o la talla del diamante hace referencia a las proporciones y no forma que presenta, determinando el brillo que muestra. La escala de corte determina la calidad del diamante en excelente, bueno o pobre. Respecto a las formas, las hay muy variables.
Conociendo estos criterios tan importantes para poder realizar una venta cuando desees, nuestra recomendación es que acudas a un equipo de expertos en venta de diamantes usados, te van a facilitar el proceso y van a garantizar que te beneficies todo lo posible en función de los precios que hay en el mercado actual.
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