En el mundo moderno de hoy, el hábito de consumir todo sin recuperar lo utilizado se ha vuelto muy común, sin detenerse a pensar un poco en todo el mal que se le ocasiona al planeta y en el gran ahorro que se puede obtener a nivel personal con solo arreglar las cosas que se dañan.
Cuando se estropea una licuadora, un horno de microondas, la plancha o cualquier otro aparato utilizado en el hogar, industria o comercio, lo usual es desecharlo y adquirir uno nuevo; lo cual es muy fácil en la actual sociedad de consumo donde todo está diseñado para usarlo y luego tirarlo.
Cuando los productos electrónicos, electrodomésticos o incluso prendas de vestir se estropean o quedan obsoletos, la primera reacción es comprar uno nuevo. Sin embargo, existe una alternativa mucho más sostenible y económicamente favorable que debe considerarse muy seriamente: la reparación, la cual tiene extraordinarias ventajas.
Beneficios ambientales de la reparación
La reparación de productos que se han dañado en lugar de adquirir nuevos tiene un gran impacto en la disminución de los residuos y en la conservación de recursos naturales.
Cada vez que se compra un producto nuevo, se necesita una gran cantidad de energía y recursos para su fabricación, transporte y eliminación del artículo antiguo. En cambio, al repararlo, se extiende su vida útil y se evita que termine en un vertedero y se sume al cúmulo de desechos que afectan negativamente al medio ambiente
Además, al reducir la demanda de nuevos productos, se disminuye la explotación de materias primas y la contaminación asociada con su extracción y manejo.
Por todo eso, cuando compras repuestos gama blanca para la reparación de tu electrodoméstico estarás contribuyendo notablemente a disminuir el impacto ambiental y a que la tierra recupere su esplendor para todos.
Las ventajas económicas de la reparación
Por otra parte, la reparación también es una opción financieramente inteligente. Muchas veces, los costes de reparar un artículo dañado son considerablemente menores que comprarlo nuevo. Los servicios de reparación suelen ser más económicos, lo cual ayuda a ahorrar dinero de inmediato.
Además, al prolongar la vida útil de los aparatos, se disminuye la frecuencia con la que se requiere adquirir comprarlos nuevos, lo que ahorra dinero a largo plazo. La reparación también genera una interesante fuente de empleo, ya que implica el trabajo de técnicos y especialistas para hacer los correspondientes arreglos; esto, sin duda contribuye al fortalecimiento de la economía local.
Beneficios emocionales
Reparar esas pertenencias a las que se les ha tomado especial apego y cariño también tiene sus beneficios emocionales. En lugar de tratar los productos como simples objetos desechables, la reparación permite conservar una relación más significativa con ellos.
Al invertir tiempo y esfuerzo en reparar algo, se desarrolla un sentido de pertenencia y cuidado que da una sensación de responsabilidad y de orgullo al haber rescatado ese bien preciado.
Además, al arreglar las cosas se pueden aprender nuevas habilidades y conocimientos técnicos, lo cual es altamente gratificante. También se pueden hacer conexiones importantes con expertos en reparación y otros entusiastas de la reparación y promover el intercambio de información y el espíritu comunitario.
Reparar antes de volver a comprar brinda una amplia gama de posibilidades y de ventajas que, en términos ambientales, económicos y emocionales, vale la pena experimentar.
Reparar es amar el planeta, por cuanto se conservan los recursos naturales y se reducen los desechos y la contaminación asociada con la producción y eliminación de productos nuevos. Además, se ahorra dinero tanto a corto como a largo plazo, y se fomenta el aprendizaje de habilidades útiles.
En resumen, la elección de reparar permite adoptar un estilo de vida más sostenible y consciente, beneficiándote tanto a ti como al planeta en general. Entonces, ¿qué esperas para comenzar a tomar conciencia y a arreglar las cosas que puedes reparar?; así te beneficias tú y al resto del mundo, literalmente hablando.