bebidas gaseosas

Bebidas gaseosas: ¿cómo afectan a nuestra salud?

Las bebidas gaseosas causan una especie de adicción, ya que cuando las pruebas una vez deseas hacerlo todos los días. Seguramente te preguntarás, por qué puede ser tan malo consumirlas si estas son bebidas energéticas. Sin embargo, estudios científicos realizados han demostrado que los refrescos pueden ser perjudiciales para la salud. A continuación, analizaremos el tema a profundidad.

¿Qué son las bebidas gaseosas?

Son una mezcla de agua filtrada, edulcorantes, dióxido de carbono y acidulantes que dan origen a los refrescos. Originalmente, esta bebida se desarrolló en la industria farmacéutica, con la finalidad de usarlas como tónicos para calmar la indigestión y el dolor de cabeza. Desde entonces, han surgido grandes variedades de bebidas gaseosas en el mercado. No obstante, desafortunadamente, cada día surgen más efectos dañinos para el ser humano provocados por los refrescos azucarados.

¿Cuáles son los síntomas del consumo excesivo de las bebidas gaseosas?

Cuando acostumbramos al cuerpo al consumo excesivo de bebidas gaseosas, esto puede generar algunos síntomas como los siguientes:

  • Pueden reducir el apetito
  • Disminuir la densidad de la masa ósea
  • Micción con mucha frecuente
  • Pueden provocar náuseas y vómitos
  • Causar depresión
  • Problemas de insomnio
  • Provocar ansiedad
  • Ocasionar arritmia cardíaca
  • Infundir temblores
  • Acarrear dolores de cabeza

¿Cómo afectan a la salud las bebidas gaseosas?

Cada día más investigaciones señalan los efectos negativos del consumo excesivo de las bebidas gaseosas, como los que a continuación te mostramos:

Pérdida de la masa ósea

Los ácidos y la cafeína que contienen los refrescos azucarados pueden dañar el esqueleto. Ya que estos impiden la absorción de calcio en nuestros huesos, provocando la pérdida de la masa ósea, debilitando y favoreciendo la aparición de osteoporosis. Además, la combinación de ácido y azúcar impide la absorción de hierro en nuestro organismo.

Causar diabetes y sobrepeso

El consumo excesivo de gaseosas estimula el aumento en los niveles de azúcar en sangre, riesgos de diabetes e inflamación del páncreas. Por otra parte, los carbohidratos se acumulan en forma de grasas en las arterias y tejidos, provocando arterioesclerosis y sobrepeso.

Provocar caries

Los refrescos azucarados pueden alterar la percepción del gusto, ocasionar caries y corroer el esmalte dental. Debido a que el azúcar y el CO₂ contenidos en las bebidas gaseosas afectan los dientes y a la boca.

Elevan el reflujo durante la digestión

El dióxido de carbono contenido en las gaseosas eleva la acidificación de los jugos gástricos acelerando la digestión. Este hecho ocasiona acidez, reflujo gastroesofágico y problemas de absorción.

Tiene efectos cancerígenos

Las gaseosas contienen múltiples conservantes, acidulantes y aditivos químicos que permiten su conservación por mucho más tiempo. Así pues, estas sustancias se acumulan en los tejidos dando origen a la aparición de células cancerígenas. Además, a largo plazo pueden provocar el desarrollo de tumores y problemas en el sistema renal.

Afecta el sistema nervioso

las bebidas gaseosas tienen alta concentración de cafeína, este es un alcaloide con efectos estimulantes sobre el corazón y el sistema nervioso autónomo. Así pues, el consumo excesivo de cafeína ocasiona dependencia, ansiedad, arritmia cardíaca, dolor de cabeza e insomnio.

Aunque puedan ser deliciosas, lo más recomendable es sustituir las bebidas gaseosas por agua, batidos o zumos de frutas naturales. Debemos tener en cuenta que los refrescos contienen abundante azúcar, especialmente los light, y sí, podemos consumirlos pero con moderación. Al mismo tiempo, debemos recordar que salud y placer deben ir juntos de la mano.