Divorciarse a los 50 años: ¿por qué es mejor hacerlo de mutuo acuerdo?

Hay parejas que por más años que lleven juntas pueden llegar a tener problemas que los lleven a tomar la decisión de divorciarse. A veces se trata de personas que ya han pasado los 50 años, a quiene  s les puede ser difícil desarrollar el correspondiente proceso. Lo recomendable para estos casos es buscar el apoyo de un buen abogado y formalizar un divorcio de mutuo acuerdo; revisa por qué.

Cuando dos personas se casan lo hacen con toda la intención de durar para toda la vida, pero a veces no sucede así. De hecho, según las estadísticas, sucede en la mitad de los matrimonios constituidos, por lo que es más normal de lo que se piensa.

Lo que sí es inusual es que parejas con décadas unidas tomen la decisión de divorciarse, pero también sucede, aunque de manera excepcional. En estos casos, cuando se trata, por ejemplo, de personas mayores de 50 años, el proceso puede ser bastante complicado y doloroso, por lo que se recomienda hacerlo de la manera más sencilla y consensuada posible para minimizar sus efectos negativos.

Para muchos separarse a los 50 años puede ser bastante traumático, por lo que lo ideal es buscar una salida amistosa, en la que ambos cónyuges puedan hacerlo de la mejor manera posible. En tal contexto, el divorcio de mutuo acuerdo es el más conveniente para estos tipos de parejas que han llevado tantos años juntos, pero que por cosas de la vida tienen que divorciarse.

Para formalizar un divorcio consensuado se debe buscar el apoyo de una buena agencia de abogados de familia especializada en divorcios de mutuo acuerdo, que se encargue de desarrollar todos los trámites y de servir de mediador entre los involucrados.

Los abogados de familia no solo hacen las gestiones correspondientes y redactan el convenio regulador que las partes deben firmar ante el notario que oficializará el divorcio, sino que también pueden ser un apoyo emocional que los ayude a salir adelante y a retomar el rumbo de sus vidas.

Menos estrés

El divorcio de mutuo acuerdo puede contribuir a minimizar el estrés en todos sus sentidos, tanto emocional como financiero, toda vez que ayuda a las partes involucradas a decidir entre ambos los convenios reguladores de la separación. Esto incluye la distribución de los bienes adquiridos durante el matrimonio y la posibilidad de establecer pensiones compensatorias para el resto de la vida.

En vez de tener que afrontar costosos y largos procesos judiciales, quienes acuerdan separarse amistosamente pueden llegar a términos más justos y negociados en cuanto a la distribución de los bienes y demás activos obtenidos durante el tiempo que compartieron el matrimonio.

Además, al resolver todo de forma amistosa, ambas partes pueden diseñar un plan financiero a largo plazo, que les permita satisfacer sus necesidades y garantizar su futuro, sin menoscabo del otro.

El divorcio de mutuo acuerdo entre personas mayores debe centrarse en la comunicación honesta y transparente, y más cuando se trata de parejas que han convivido por tantos años. Esto puede ayudar, pese a las causas que hayan llevado a la separación, a que los procesos sean menos dolorosos, por cuanto ambos pueden trabajar conjuntamente en ese propósito.

Por otra parte, el divorcio consensuado puede disminuir la hostilidad latente entre ambas partes, lo cual es fundamental, sobre todo si se tiene hijos de por medio, quienes de alguna manera los mantendrán unidos por siempre.

Respeto y amistad

Divorciarse no significa que los ex cónyuges deben quedar como enemigos, eso no debería pasar entre dos personas que han compartido toda una vida. Por eso, al llegar a esa determinación lo recomendable es hacerlo de mutuo acuerdo y tratando siempre de llevar adelante una separación amistosa fundamentada en el respeto.

Así que si estás atravesando por una situación que, lamentablemente, te lleve a divorciarte, busca el apoyo de los abogados especialistas que te pueden ayudar a formalizar tu separación de la manera menos traumática posible, en la que ambos obtengan lo que por ley les corresponda y sin que surjan malos sentimientos.