Divórciate por la vía del mutuo acuerdo con los mejores abogados del sector

Los cuentos de príncipes y princesas nos han enseñado que el amor es eterno, capaz de vencer a cualquier adversidad: bien sean brujas malvadas o peligrosos dragones. No obstante, en la vida real, estos monstruos adquieren formas mucho más peligrosas para la relación, como lo es la monotonía, las discusiones, los celos o las infidelidades. Diferentes circunstancias que hacen que hasta la más sólida de las parejas vaya perdiendo ese vínculo tan sólido que existía el día en el que se concedieron el “sí, quiero”. Algo completamente natural y que ha provocado un auge en lo que respecta a los divorcios. Un procedimiento legal que es prioritario saber exactamente cómo poner en marcha.

El papel de los abogados en los divorcios exprés

Un divorcio representa la decisión de una pareja de poner el punto final a su relación matrimonial. No importa cuáles son las causas: se trata de la única solución viable en muchos de los casos. Sin embargo, para que esto se ejecute como toca, es importante delegar funciones en los mejores despachos de abogados de familia. Un sector en el que Abogados Cebrián tiene mucho que decir, sobre todo si hablamos de la vía exprés.

Mientras que un divorcio contencioso puede durar un año entero en resolverse y conlleva una ingente cantidad de gastos, los amistosos se pueden concluir en un margen de tres meses. Tal es la diferencia entre ambos procedimientos, que actualmente los divorcios exprés representan un 80% del total que se dan cada año. No obstante, en Abogados Cebrián van más allá y aumentan esta cifra hasta nada menos que un 95% de los casos que llegan a su bufete.

Los abogados son los encargados de estipular todas las cuestiones asociadas al divorcio y el convenio regulador, como es el caso de la custodia de los hijos, la liquidación de gananciales y la estipulación de las pensiones correspondientes. Sin embargo, en los mejores despachos saben bien que la vía amistosa requiere una mayor implicación por su parte. Deben ser mediadores que mantengan la paz entre ambos cónyuges durante todo el procedimiento. Algo que previene los daños en los hijos, las pérdidas patrimoniales y, en definitiva, cualquier clase de drama emocional.

La naturalización de los divorcios

Los tiempos han cambiado radicalmente a lo largo de las últimas décadas y esto se ha hecho especialmente evidente en los divorcios. ¿Qué sentido tiene respetar un contrato matrimonial a coste de la felicidad de sus integrantes? Ya te lo decimos nosotros: ninguno. Mientras que las generaciones pasadas renunciaban a su propia felicidad a costa de este vínculo, hoy en día lo más común es marcar un punto de inflexión y disolver la relación, lo cual ha provocado cierto auge en este sector.

Debido a ello, desde entidades como Abogados Cebrián han querido contribuir a este fenómeno de naturalización que se ha ido generando en torno a los divorcios. Un cambio en la manera de interpretarlos que simplifica el trámite en lo que respecta al impacto emocional. Lo cual libera tensiones en la pareja para que mantener el respeto, el entendimiento e incluso el cariño durante todo el procedimiento sea más sencillo. Algo que, evidentemente, repercute en la viabilidad del mutuo acuerdo.

No dejes que el dinero condicione tu decisión

A pesar de todo lo que te hemos contado, todavía hay una cuestión que preocupa a buena parte de la población: el marco económico. Divorciarse supone un cambio radical en la solvencia de quienes lo hacen. Algo que se hace evidente en la misma contratación de los abogados. Sin embargo, ni el coste de estos servicios ni ningún otro asociado a tu nueva vida deberían ser impedimentos. ¡La felicidad no tiene precio!

Si además tenemos en cuenta que Abogados Cebrián dispone de unas tarifas verdaderamente competitivas, vemos claramente el absurdo que es seguir casados por miedo al dinero. Este despacho cobra tan solo 150€ por cónyuge, con IVA incluido, demostrando que los divorcios amistosos son mucho más económicos. Un abaratamiento para algo que va a suponer un nuevo punto de partida para reencontrarse con uno mismo y abrir las puertas otra vez al amor.