Las ganaderías sostenibles deben ser identificadas para su puesta en valor

La importancia que tiene para la trazabilidad del mercado cárnico la procedencia de sus piezas de granjas ecológicas tiene su aval en la identificación de las cabezas de ganado desde su nacimiento

Hacer un consumo responsable de carne es esencial en un mercado global alimentario en el que, cada día, se accede a más productos transgénicos y tratados químicamente. Para ello, las granjas deben contar con una serie de características y estar al día en el cumplimiento de toda la normativa basada en el bienestar animal que, en la mayor parte de ocasiones, tiene que ver con las condiciones de habitabilidad de las cabezas de ganado y con el modelo de crianza de las mismas.

Por todo ello, una buena identificación, inequívoca, de cada animal es imprescindible para conocer la trazabilidad del mismo y poder certificar, sin lugar a la duda, de que esa carne procede, en realidad, de una granja o de un criadero sostenible.

Razones, todas las anteriores para pensar que un buen método de identificación es vital si queremos vender la carne y sus derivados bajo los parámetros de calidad que se han descrito anteriormente. Una de esas fórmulas es a través de los crotales para ovejas, consisten en una especie de pendiente plástico que se pone casi al nacer y que tanto el ganadero, como los transportistas y los mataderos conocerán, fielmente, el origen de cada animal. 

Si bien los crotales ofrecen la máxima garantía, ya que en ellos hay una numeración grabada que no se borra, el material del que está fabricado es altamente resistente y, además, su colocación es casi indolora, las ovejas marcadas con ellos también obtienen sus beneficios como animal sostenible. Así, se garantiza pastar en libertad, contar con condiciones higiénicas adecuadas y que su carne sea muy apreciada en los mercados.

¿Para qué sirven los dígitos de los crotales?

Cómo se ha venido señalando a lo largo del artículo, los crotales son una marca de identificación, son el DNI de cada animal. Para ello, se compone de una numeración formada, en total, por 12 dígitos, más el código del país concreto, y cada grupo de ellos atiende a una característica concreta del animal. A continuación se va a hacer una interpretación de cada grupo de números para comprobar la gran importancia que tienen estos crótalos y la gran certidumbre que dan, tanto al ganadero, como a las empresas cárnicas y al mercado que vende los productos derivados.

Entre ellos, dos dígitos sirven para saber de dónde procede el animal, después, otro dígito supone la identificación de la autoridad competente en ese territorio, por otro dígito de control y dos dígitos más para saber a qué comunidad autónoma pertenece. Esos son los más importantes, el resto hace referencia a otros parámetros más concretos del sector.

Pero, en todo caso, se deja patente que no hay animal que quede sin identificar y, por tanto, la trazabilidad del mismo y su identificación es fácil. Por ejemplo, sirven de gran ayuda cuando los veterinarios y servicios de inspección realizan las pruebas para detectar enfermedades y virus; ya que de este modo los resultados de la muestra se identificará con cada animal y se podrán establecer los protocolos de actuación y evitar males en la salud pública.

Crotales de gran calidad

Por último, afirmar que los crotales para ovejas, carneros y corderos sirven para que de una forma fácil y visualmente pueda saberse a qué animal se refiere cada referencia. Asimismo, sirve para su identificación y están fabricados a base de un material que es muy duradero y que es altamente flexible; así se evita que se quiebren y que sean ligeros para el animal. Las ovejas que se identifican con crotales lo único que han notado es una pequeña presión en la oreja, ya que se procede a colocarlos con una pistola de machihembrado muy ligera que es casi indolora. Además, cada una de las piezas cumple, a rajatabla, con todas las normas y leyes que protegen el bienestar de los animales.